El poder de la naturaleza

Preservar los entornos naturales y cambiar la relación de explotación de la humanidad con el medio ambiente es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Mucho se dice sobre el impacto positivo de la preservación de la naturaleza para la vida y el clima en la Tierra. A nivel mundial, la pérdida y degradación de los hábitats naturales amenaza los recursos naturales, la supervivencia de las especies y el complejo equilibrio del planeta.

Recientemente, se han agregado nuevas formas y estrategias para comprender y promover la importancia de la naturaleza. Destaca los beneficios para la salud y el bienestar individual proporcionados por el contacto directo con la naturaleza. El tema atrajo la atención de los medios a mediados del año pasado cuando la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter publicó una investigación que mostró que las personas que pasan dos horas o más por semana en la naturaleza eran significativamente más propensas a reportar buena salud y satisfacción con la vida.

La investigación se realizó con casi veinte mil personas y los resultados fueron consistentes entre los diferentes grupos clave. La mejora en la salud y el bienestar notada fue comparable a las derivadas de hacer los niveles recomendados de ejercicio, por ejemplo. El estudio sugiere que la exposición semanal a la naturaleza pronto podría convertirse en una «receta social» oficial.

En Japón, el Dr. Qing Li, autor del libro Shinrin-Yoku: The Art and Science of Forest Bathing, encontró resultados similares. En el país, la práctica de Shinrin-yoku («Baño en el bosque») se ha incorporado al programa de salud del país desde 1982, después de investigaciones relacionaren pasar un tiempo en entornos naturales con la reducción de la presión arterial, de los niveles de cortisol y con la mejora en la concentración y la memoria.

Este impacto positivo parece ser aún más evidente cuando hablamos del desarrollo de niños y niñas. Richard Louv, cofundador de Children and Nature Network, acuñó el término «trastorno por déficit de la naturaleza» en 2005. Aunque no es un diagnóstico médico, el autor utiliza el término para enfatizar el coste de educar a niños y niñas privados de experimentar la naturaleza, relacionándolo con las altas tasas actuales de obesidad infantil, estrés, trastornos del aprendizaje, hiperactividad, fatiga crónica y depresión. Además, sugiere que el déficit de la naturaleza podría debilitar el conocimiento sobre y el cuidado con el mundo natural.

De hecho, pasar tiempo en la naturaleza parece ser crucial para el desarrollo de la conciencia ambiental. En pocas palabras, tanto niños como adultos tienen menos probabilidades de preocuparse o proteger lo que no conocen y no valoran. Es por eso que es tan importante que las personas experimenten “el poder de la naturaleza”, para respetarla y protegerla (como lo afirma Vincent Stanley, director de la Patagonia en este libro, publicado por la marca).

Las personas que experimentan la naturaleza, se conectan más con ella, sea cual sea el tipo de experiencia y tienen más probabilidades de implementar prácticas activas en favor de la biodiversidad. 

Aunque es necesario realizar más investigaciones científicas sobre los beneficios de la exposición a la naturaleza, parece que ya sabemos suficiente. Preservar los entornos naturales es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y para nuestra salud y bienestar individuales.

No olvides garantizar tu dosis semanal de entornos naturales durante este fin de semana y de experimentar el poder de la naturaleza 🙂

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